Lenin Moreno

Lenin Moreno

“Las Cumbres Iberoamericanas nos han dado un gran sentido de región”

Fotografía: EFE/José Jácome
Texto: Macarena Soto

Lenin Voltaire Moreno Garcés nació el 19 de marzo de 1953 en Nuevo Rocafuerte (Ecuador) a apenas unos kilómetros del vecino Perú. Fue el enviado especial de Naciones Unidas para la discapacidad y la accesibilidad en Ginebra tras asumir la vicepresidencia de su país, junto al ex presidente Rafael Correa. En abril de 2017 se convirtió en el 44º presidente de su país.

Esta entrevista fue realizada antes de que Lenin Moreno fuera elegido presidente del Gobierno de Ecuador

Lenin Moreno se toma tiempo para responder. La precisión y el análisis no faltan en el discurso del enviado especial de Naciones Unidas para las personas con discapacidad, que fue vicepresidente de Ecuador y quien suena de nuevo para suceder a Rafael Correa al frente del Gobierno.

Exigente con la manera en la que se relacionan los países del norte y del sur, tiene claro que el mayor reto de la comunidad iberoamericana “es la unidad como bloque para negociar”, en un “mundo de bloques” donde la región es especialmente “importante” porque “no tiene solamente las raíces históricas”.

Tenemos “además, raíces de lengua, raíces sociales, raíces culturales, inclusive nuestras formas de alimentación son bastante parecidas”, ejemplifica antes de apreciar que en los 22 países iberoamericanos coincidimos en gustos musicales, que nacen de un intercambio de artistas de la región.

“Gustamos de nuestra música mutuamente, hay que recordar que inclusive de las canciones más preciosas que tiene por ejemplo España, las ciudades de España, fueron escritas por un mexicano, el gran compositor Agustín Lara”, recuerda este ecuatoriano de 63 años nacido en la ciudad amazónica de Nuevo Rocafuerte.

Conoce al dedillo su país ya que creció en una familia de maestros de escuela, profesión, la del magisterio, que también ejerció tras licenciarse en Administración Pública por la Universidad Central del Ecuador.

Pese al optimismo sobre “todos estos retos que tenemos en conjunto y que nos deberían llevar a la unidad”, apunta a que “debemos afrontarlos no solamente con visión de pasado” sino también “con visión de presente y de futuro”.

“En el presente es sin duda alguna donde tenemos que encontrar canales para que los elementos comunes empiecen a converger de mejor manera”, opina para señalar a la cultura, los jóvenes o las personas con discapacidad, las mujeres o los pueblos ancestrales como los asuntos sobre los que concentrar fuerzas.

A su juicio, “tenemos tanto y tanto que decir, tanto y tanto que contar, tanto y tanto que ver” como comunidad, de la que es propia “una riqueza paisajística preciosa” así como “una riqueza cultural también maravillosa” y “una riqueza arquitectónica extraordinaria y diversa”.

“Es esa diversidad la que le da ese sabor, ese preciosismo. Nos causaría pavor imaginarnos un mundo, un universo completamente plano, en el que todo sea absolutamente igual; sería imposible, sería intratable de vivirlo un sólo día; es precisamente nuestra diversidad de etnias, de formas de expresión del idioma” lo que da valor.

Fundador, junto al presidente Correa, del partido Alianza País con el que fue elegido dos veces vicepresidente (2007-2009 y 2009-2013), sufrió un asalto a quemarropa que le provocó la pérdida de la movilidad de ambas piernas, algo que cambiaría su vida personal pero también sus objetivos políticos.

Desde entonces, se ha convertido en un símbolo de la lucha por la igualdad para las personas con discapacidad, hecho que provocó que fuera candidato al Premio Nobel de la Paz en 2012 y que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, le designara enviado especial para la defensa de estas personas.

“Una vez, un periodista me dijo que las personas con discapacidad en nuestro período habían recuperado la dignidad. Yo le dije que no es así, que no son las personas con discapacidad las que habían recuperado la dignidad, es una sociedad miserable que permanentemente los excluyó, que permanentemente los invisibilizó, la que había recuperado la dignidad”, reivindica.

Según cuenta, las personas con discapacidad “permanecieron estoicas, sufriendo mucho sin duda alguna, pero esperando que algún momento se haga una justicia en cuanto a sus derechos”.

“En Latinoamérica hay mucho que hacer. En Ecuador avanzamos bastante, pero todavía hay un trecho por recorrer muy grande”, advierte desde Ginebra donde cumple con su función como enviado especial de Naciones Unidas.

Define el mandato que recibió de la ONU como “un norte, una guía que seguir, en lo que a los derechos de las personas con discapacidad se debe hacer” y recuerda que en Ecuador ya lo hicieron con el programa conocido como Misión Manuela Espejo.

Dicha misión, cuenta Moreno, les dotó “de accesibilidad, de las ayudas técnicas para que puedan mejorar su accesibilidad, del acceso al trabajo” y explica que en Ecuador “todas las empresas deben tener por lo menos un 4 por ciento de su nómina en personas con discapacidad”.

“Ahora estamos logrando el pleno empleo de las personas con discapacidad. Qué importante para que puedan ganar un salario digno, que puedan llevar también a sus hogares, para que sus familias puedan vivir de manera digna”, se enorgullece.

Recuerda que el proyecto es conocido “por todas las organizaciones de Iberoamérica” y cuenta que “más de una, muchas, muchísimas, decenas” les pidieron que colaboraran con ellas, “como debe ser entre países hermanos”.

Así, las políticas se replicaron en Uruguay, Honduras, Chile, Argentina, Brasil, España o Bolivia, entre otros países de la región mientras que también hubo Estados que ofrecieron su ayuda como Cuba “que aportó con muchos médicos para poder llevar la Misión Manuela Espejo a México”.

“El objetivo es también estar unidos en eso. Que todos los países de Iberoamérica terminen por firmar la Convención, por ratificarla, pero sobre todo por hacer que en su legislación estén las leyes que se requieren para que las personas con discapacidad puedan cumplir sus derechos”, demanda.

Y dentro de las reivindicaciones, que nunca deja de lado, destaca las “políticas públicas de beneficio a la accesibilidad, de beneficio a los derechos de las personas con discapacidad” que es, según subraya, “el futuro que esperamos muy pronto”.